LA MUERTE DE LA LITERATURA.

9:17:00

En el día de hoy, la entrada que publico se trata de un artículo de opinión literaria. Por ello, no pretendo convencer a ningún lector de mi posición. El contenido pues del mismo es plenamente subjetivo e imparcial. Suya es la libertad de extraer sus propias conclusiones, reflexionar sobre lo leído o, simplemente, desechar estas letras. El mío, en esta ocasión, es expresar una idea determinada, que expongo a continuación:

LA MUERTE DE LA LITERATURA

Tal vez les extrañe la elección de un título tan directo pero a su vez duro e inexpugnable. "¿Qué querrá decir este escritor de pacotilla en su delirio del sábado?", se preguntarán ustedes. "¿Acaso insinúa que la literatura ha muerto realmente, cuando se contempla más vívida que nunca?", podrán continuar . Y, contra todo pronóstico, les diré que comprendo su postura y confusión.
Pero, antes de que comiencen a dudar de mi cordura, les animo a que revisen el listado de los libros más vendidos (ahora bautizados como "bestsellers") del último año. O, incluso, pueden ir más lejos y perseguir los más afamados de la década en que nos hallamos. Y no, no me refiero a aquéllos que rompieron algunos esquemas iniciales y lograron resultados inesperados en base al planteamiento inicial. Tampoco a los que, por su relativo conocimiento y sus envidiables beneficios, permitieron a sus autores vivir con algo más de holgura y sosiego (y empleo estos términos moderados porque, como bien es sabido, el escritor siempre es el que más esfuerzo carga sobre sus espaldas y menos capital percibe, siendo las editoriales y otras estructuras quienes proceden al enriquecimiento desmesurado). Estoy aludiendo principalmente a aquellas obras que han dado el salto a los primeros puestos en nivel internacional, las que han manejado ingentes cantidades de dinero en producción de sus consiguientes filmes, promociones de éstas, marketing desproporcionado y demás elementos relacionados. Como la ejemplificación es siempre necesaria, ilustraré lo mencionado con algunos casos concretos: "50 Sombras de Grey", "Crepúsculo", entre muchas otras.
Llegados a este punto, ¿Han entendido ya el título?, ¿No refleja la fama de las obras citadas la extinción de la literatura o, al menos, de la concepción que de ésta hemos mantenido durante siglos? La calidad se ha esfumado.

El público, por desgracia y en detrimento de la cultura, ha antepuesto las historias vacuas, llanas, simples, con argumentos jugosos y ligadas siempre a absurdos tópicos repetitivos, frente al léxico cuidado, la erudición, la profundidad filosófica o reflexiva del contenido y el calado narrativo.
Si tiempo atrás lo que el lector esperaba del libro que adquiría era que lo llevase a la meditación y cavilación, hoy se prefiere a los que simplemente se dedican a entretener desde la trivialidad. Todo escrito que plantee cualquier conflicto interior o conduzca inevitablemente a la reflexión, es rechazado de forma inmediata por la inmensa mayoría de la población. Escuché recientemente la siguiente sentencia: "Dirígete al estante más recóndito de la biblioteca, retira el polvo que cubra la capa del más apartado, asegúrate de nadie haya preguntado por él. En ese momento, sabrás que tienes en tus manos un libro que merece la pena".
Tal vez se considere una exageración, pero se aproxima a lo que denuncio en estas líneas.
¿Cuántas ventas cosechan los clásicos de nuestra literatura, los ensayos intelectuales, la poesía lírica? Jamás figurarán entre los preferentes. Nos seguiremos inclinando por las historias de vampiros escolares, erotismos vacíos, amoríos necios, fantasía pueril.

No es lo peor que la literatura haya muerto, lo realmente triste es que, entre todos, estemos contribuyendo a enterrarla bajo toneladas de ignorancia.

ALBERTO ESPARZA HUETO


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8 comentarios

  1. Yo opino que, si bien la literatura de calidad es algo bueno, necesario, la de entretenimiento también. Ahora, de entretenimiento bien escrita, con un mínimo de calidad, no las cosas infames que venden ahora. 50 sombras de Grey es un fanfic mal escrito de Crepúsculo, y de Crepúsculo solo diré que, como libro, es simple a más no poder, por no añadir más cosas sobre ambos, que me quedaría un comentario kilométrico.

    Ahora lo que se busca son las ventas. Vender mucho. Fenómenos editoriales que arrastren a mucha gente y compren, compren, compren. Da igual lo infame que sea el libro, si vende bien ahí se coloca.

    Lo que nos queda a nosotros, como lectores y escritores, es leer mucho, leer todo lo posible, y escribir en condiciones. Currárnoslo al menos. De nosotros depende ahora.

    ¡Saludos, nos leemos!

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    1. No puedo estar más de acuerdo con tu comentario. La lectura por entretenimiento siempre ha sido necesaria y, de hecho, ha coexistido durante años con aquélla que lleva a la reflexión. No obstante, el artículo denuncia la anteposición total de un género frente a otro.
      Respecto al aspecto de calidad y las ventas, coincido plenamente con tu criterio. Las obras que hoy en día adquieren fama son simples rayando el infantilismo. Esto ha llevado a que, como bien dices, las bibliotecas se encuentran repletas de libros infames.

      Muchísimas gracias por tu comentario, ¡Un saludo!

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  2. Mario Herreros @herrerosmario10 de noviembre de 2013, 10:05

    Lo que es indudable, Alberto, es que, gracias al título tan impactante que has elegido para encabezar el artículo, has conseguido que abra la puerta y ose pasar al interior de tu web.

    Creo que es fundamental que los niños lean los clásicos porque, además de su importancia, les servirá muy mucho en la elección y catalogación de futuras lecturas. Recomiendo, sin duda, La Regenta de Clarín, obra maestra del siglo XIX, donde la literatura es un elemento muy presente en la vida de los personajes, cuyos protagonistas sienten pasión y vocación literaria en su juventud. Asimismo, adentrarse en la narrativa de Pérez Galdós constituye un ejercicio de aprendizaje y amor por las letras si parangón. Más cercano a nuestro tiempo, no se debe dejar de leer cualquiera de las obras de Miguel Delibes para saborear la naturaleza idílica, las costumbres rurales y el realismo social con un estilo lleno de ternura y sencillez.

    Dicho esto, no debemos tampoco demonizar en exceso la literatura más comercial. No somos nosotros grandes consumidores de estos títulos que copan las listas de éxitos, sin embargo, en muchas ocasiones, consiguen embarcar a lectores noveles y poco costantes en la nave maravillosa de las letras y, quien sabe si con el tiempo, puedan consumir otros tipos de libros para mejor cultivo de sus personalidades.

    Un saludo.

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    1. Te agradezco profundamente que hayas accedido a la página web, así como leído y expresado tu opinión en el artículo.
      Coincido plenamente con los argumentos que has expuesto respecto a la imperante necesidad de que el público infantil se aproxime a los clásicos de nuestra literatura. Los títulos y autores que has mencionado son de extrema relevancia y una erudición envidiables. Se trata de obras que nadie debería desconocer.

      En relación a la demonización del género comercial, yo defiendo su convivencia y coexistencia con el estilo clásico, pero no la anteposición total de dichos libros frente al resto, que es el espectáculo al que, lamentablemente, estamos asistiendo. Espero sinceramente que, como dices, lectores noveles se vean tentados por las novedades y ello propicie un posterior acercamiento a la riqueza literaria de la que nuestra sociedad dispone.

      Lo dicho, muchísimas gracias por el comentario, ¡Un cordial saludo!

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  3. Voy a aportar un punto "positivo" a esta opinión, si me lo permites.
    Antes la mayoría de la gente no leía por el mero hecho de no saber leer. Ahora en general, todo el Primer Mundo tiene la posibilidad de llevarse un libro a las manos. Creo que es demasiado pedir que todos leyeran obras clásicas, elaboradas e incluso en ocasiones, complicadas de interpretar si no estás dado a hacerlo. Pedir que a quienes no les interesa sacar nada en particular de la lectura, comiencen a leer a Herman Herse, es, en mi opinión, excesivo. Lean de momento novelas comerciales. Pero que lean. Ya irán avanzando y, con que solo uno de ellos, leyendo estas novelas comerciales, encuentre el amor entre sus letras y decida indagar, habrá merecido la pena.
    Andamos despacio, somos humanos, seres separados de la naturaleza, pero pertenecientes a fin de cuentas a esta. La evolución va sin prisa. Que por lo menos en gran parte del mundo se sepa leer, es un buen paso.

    Saludos.

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    1. Yo asumo, comprendo e incluso apoyo el punto de vista que has expuesto. En ningún momento supone una hecatombe que los lectores se aproximen a obras comerciales, jamás afirmaré tal cosa. Apuesto por la variedad estilística y un amplio abanico de géneros. Lo que sí critico, y a mi parecer es algo que está sucediendo, es el rechazo o repudia total a los clásicos o a obras que inviten a la reflexión. Un punto idílico sería la compaginación de libros con diferente temática, pero nunca con la superposición de unos frente a otros.

      Muchísimas gracias por el comentario y la visita.

      ¡Un cordial saludo!

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  4. s mi primera visita a su interesanta blog q he conocido desde twitter.Cuente con un lector mas y por mi parte le invito a visitar mi propio
    blog.

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    1. ¡Muchísimas gracias! Es siempre un placer acoger a nuevos lectores. Le agradezco la visita y el comentario. Acepto su invitación y también accederé a su blog.

      ¡Un cordial saludo!

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